"Quiero mi queso", de José Carlos Román, con ilustraciones de Mar Villar, es un encantador cuento infantil que narra la aventura de un pequeño ratón en su intento por recuperar su preciado queso. La historia comienza cuando el ratón, paseando felizmente con su queso, tropieza con un palo y lo pierde, viendo cómo su queso vuela por los aires para acabar en el tejado. Desesperado, el ratón pide ayuda a sus amigos, dando inicio a una serie de cómicos y fallidos intentos por recuperar el queso.

La secuencia de eventos muestra al ratón pidiendo ayuda sucesivamente a un pato, un gato, una oveja, un cerdo y finalmente a una vaca, intentando formar una torre cada vez más alta y tambaleante con el objetivo de alcanzar el queso. Cada intento termina en un desastroso "pim pam pum", con todos los animales cayendo al suelo en un revoltijo cómico…

El giro ingenioso de la trama llega cuando sugieren hacer la torre al revés, empezando con la vaca en la base. Esta nueva estrategia resulta ser la solución, permitiendo finalmente al ratón recuperar su queso, no sin que todos acaben con un chichón como recuerdo de la aventura.

Este cuento se destaca por su rima y ritmo alegres, que, junto con las expresivas y coloridas ilustraciones de Mar Villar, capturan la esencia de la cooperación y la importancia de pensar en soluciones creativas ante los problemas. La repetición de la estructura de la historia y la acumulación de personajes aportan un elemento de anticipación y diversión, haciendo que los niños se sientan involucrados y emocionados por descubrir si el ratón logrará recuperar su queso.

Además de entretener, "Quiero mi queso" enseña valiosas lecciones sobre la amistad, la perseverancia y la importancia del trabajo en equipo. Los pequeños lectores aprenderán que, a veces, para resolver un problema, es necesario pensar de manera diferente y probar enfoques innovadores. La conclusión, donde todos los animales terminan con un chichón, pero celebran juntos la recuperación del queso, resalta el mensaje de que los obstáculos y los fracasos son solo pasos en el camino hacia el éxito, siempre que uno esté rodeado de amigos dispuestos a ayudar.

"Quiero mi queso", de José Carlos Román, con ilustraciones de Mar Villar, es un encantador cuento infantil que narra la aventura de un pequeño ratón en su intento por recuperar su preciado queso. La historia comienza cuando el ratón, paseando felizmente con su queso, tropieza con un palo y lo pierde, viendo cómo su queso vuela por los aires para acabar en el tejado. Desesperado, el ratón pide ayuda a sus amigos, dando inicio a una serie de cómicos y fallidos intentos por recuperar el queso.

La secuencia de eventos muestra al ratón pidiendo ayuda sucesivamente a un pato, un gato, una oveja, un cerdo y finalmente a una vaca, intentando formar una torre cada vez más alta y tambaleante con el objetivo de alcanzar el queso. Cada intento termina en un desastroso "pim pam pum", con todos los animales cayendo al suelo en un revoltijo cómico…

El giro ingenioso de la trama llega cuando sugieren hacer la torre al revés, empezando con la vaca en la base. Esta nueva estrategia resulta ser la solución, permitiendo finalmente al ratón recuperar su queso, no sin que todos acaben con un chichón como recuerdo de la aventura.

Este cuento se destaca por su rima y ritmo alegres, que, junto con las expresivas y coloridas ilustraciones de Mar Villar, capturan la esencia de la cooperación y la importancia de pensar en soluciones creativas ante los problemas. La repetición de la estructura de la historia y la acumulación de personajes aportan un elemento de anticipación y diversión, haciendo que los niños se sientan involucrados y emocionados por descubrir si el ratón logrará recuperar su queso.

Además de entretener, "Quiero mi queso" enseña valiosas lecciones sobre la amistad, la perseverancia y la importancia del trabajo en equipo. Los pequeños lectores aprenderán que, a veces, para resolver un problema, es necesario pensar de manera diferente y probar enfoques innovadores. La conclusión, donde todos los animales terminan con un chichón, pero celebran juntos la recuperación del queso, resalta el mensaje de que los obstáculos y los fracasos son solo pasos en el camino hacia el éxito, siempre que uno esté rodeado de amigos dispuestos a ayudar.